¿Para qué sirve un contrato de cuentas en participación?

La cuenta participación es un contrato en el que una o varias personas realizan una inversión – ya sea en dinero como en especie – para el desarrollo de una actividad mercantil, salvando su responsabilidad ante terceros. Pues, la particularidad de este contrato es que el inversor, o, partícipe no gestor, permanece oculto, mientras que quien desarrolla la actividad bajo su propio nombre es el gestor.

Partícipe oculto en el contrato de cuentas en participación

Es un instrumento legal muy útil para aquellos:

  • Emprendedores que necesiten levantar capital sin tener que constituir una sociedad (o persona jurídica nueva).
  • Compañías que buscan emprender un nuevo proyecto distinto a su actividad habitual y requieren capital de terceros, pero no desean emitir acciones de su empresa.
  • Empresarios o personas no comerciantes que que desean invertir en un negocio sin figurar públicamente como responsables o participantes, ya sea por motivos de imagen, estrategia empresarial o seguridad.
  • Emprendedores que desean levantar capital, pero no mediante un contrato de mutuo (o de préstamo) pues no quieren asumir solos todos los riesgos del negocio o proyecto.
  • Emprendedores que no pueden o no quieren obtener recursos de capital en el sector financiero.

Obligaciones de gestor:

Ejecutar una o varias operaciones comerciales: Es al gestor a quien le corresponde ejecutar la actividad mercantil con la que se busca generar ganancias.

La operación mercantil la ejecutará el gestor en su solo nombre y bajo su crédito personal ¿Esto qué significa? Que el gestor es quien responde ante terceras personas, pues es él quien se reputa como único dueño del negocio para las demás personas que no forman parte del contrato.

Guardar reserva de la identidad del partícipe oculto: En el caso de que el gestor revele la identidad del partícipe oculto, ha de responder por los daños y perjuicios que le cause por la revelación.

Rendir cuentas: El gestor, al ser el administrador del negocio, está obligado a rendirle cuentas al partícipe no gestor u oculto del desarrollo y resultado del negocio.

Dividir las ganancias o pérdidas en la proporción convenida: Tanto el gestor, como el partícipe oculto adquieren los beneficios del rendimiento del negocio, pero también asumen las pérdidas en el caso que las cosas no salgan como lo esperaba.

Permitir la revisión de los documentos: El gestor debe permitirle al partícipe oculto revisar los documentos del negocio, en cualquier tiempo.

Obligaciones a cargo del partícipe oculto:

Permitir que la operación comercial sea administrada y ejecutada únicamente por el gestor: El partícipe oculto o inactivo no puede intervenir en la operación de negocio, no importa si se revela su identidad.

En conclusión, el contrato de cuentas en participación es una herramienta legal flexible y estratégica para captar inversión, emprender proyectos o participar en negocios sin necesidad de crear nuevas sociedades ni asumir responsabilidades frente a terceros.

Si estás pensando en utilizar este tipo de contrato para impulsar tu negocio o inversión, no dudes en contactarme. Con gusto puedo orientarte y ayudarte a estructurarlo de la manera más segura y conveniente para tus objetivos.